El aceite de neem, rico en azadiractina, puede ser rociado sobre los cultivos como un sustituto orgánico, en lugar de otros insecticidas, químicos que podrían ser cancerígenos o tener usos limitados. El aceite de neem es repelente de insectos dañinos como la mosca blanca, mosquitos, pulgones, ácaros, y gorgojos; así como también, para reforzar las cosechas contra roya, botritis, mildiu y filoxera. Los cultivos comestibles de vegetales no se contaminan cuando se utiliza aceite de neem.
Otra gran ventaja del uso del aceite de neem es que no perjudica a los insectos beneficiosos. Las mariposas, lombrices y abejas ayudan a las plantas en la polinización y absorción de nutrientes. Los escarabajos “mariquitas” y los lacewings (crisopos verdes) comen los insectos cuando éstos intentan comerse las cosechas.